Philips hb401 ユーザーズマニュアル

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No deben utilizar el aparato las personas que al tomar el sol se queman pero no se broncean,
las que sufren quemaduras solares, los niños, o aquellas personas que padecen (o han padecido)
cáncer de piel o tienen una predisposición a padecerlo.
No utilice el aparato y consulte a su médico si aparecen efectos inesperados, tal como picor, en 
las 48 horas posteriores a la primera sesión.
Consulte a su médico si aparecen bultos o llagas persistentes en la piel, o si se producen 
cambios en lunares pigmentados.
Durante la sesión de bronceado, utilice siempre las gafas protectoras que se suministran para 
proteger los ojos de una exposición excesiva (consulte también el apartado “Los rayos 
ultravioleta y la salud”).
Elimine las cremas, lápiz de labios y otros cosméticos antes de someterse a una sesión de
bronceado.
No utilice filtros solares ni aceleradores del bronceado.
Si nota la piel tirante después de una sesión de bronceado, puede aplicarse una crema hidratante.
Los colores pueden perder intensidad con la luz del sol. Puede ocurrir lo mismo al utilizar este
aparato.
No espere obtener mejores resultados con el aparato que con la luz solar natural.
Campos electromagnéticos (CEM)
Este aparato Philips cumple todos los estándares sobre campos electromagnéticos (CEM). Si se
utiliza correctamente y de acuerdo con las instrucciones de este manual, el aparato se puede usar
de forma segura según los conocimientos científicos disponibles hoy en día.
El bronceado y la salud
El sol
El sol proporciona varios tipos de energía. La luz visible nos permite ver, la luz ultravioleta (UV) nos
broncea, y la luz infrarroja (IR) de los rayos solares nos proporciona el calor que tanto nos agrada.
Solárium de medio cuerpo
Con este solárium de medio cuerpo se puede broncear cómodamente en su casa. Un temporizador
le asegura que cada sesión no dure más de 60 minutos. Al igual que con la luz solar natural, se debe
evitar la exposición excesiva (consulte el apartado “Los rayos ultravioleta y la salud”).
los rayos ultravioleta y la salud
Al igual que con la luz solar natural, el proceso de bronceado lleva su tiempo. Los primeros
efectos sólo serán visibles tras varias sesiones (consulte el capítulo “Sesiones de bronceado:
frecuencia y duración”).
La exposición excesiva a la luz ultravioleta (ya sea luz solar natural o luz artificial del solárium)
puede provocar quemaduras solares.
Además de otros factores, como la exposición excesiva a la luz solar natural, el uso excesivo e
incorrecto de este aparato puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades cutáneas y oculares. 
La medida en que esto pueda ocurrir viene determinada, por un lado, por la naturaleza, intensidad y
duración de la exposición y, por otro, por la sensibilidad de la persona. Cuanto más tiempo se 
expongan los ojos y la piel a los rayos ultravioleta, mayor será el riesgo de padecer queratitis, 
conjuntivitis, cataratas, daños en la retina, envejecimiento prematuro de la piel, o de desarrollar 
tumores cutáneos. Algunos medicamentos y cosméticos aumentan la sensibilidad de la piel. 
Por lo tanto es muy importante:
que siga las instrucciones de los capítulos “Importante” y “Sesiones de bronceado: frecuencia y
duración”;
que no supere el número máximo de horas de bronceado anuales (consulte el capítulo
“Sesiones de bronceado: frecuencia y duración”);
que utilice siempre las gafas protectoras mientras se broncea;
que la distancia de bronceado (distancia entre el filtro UV y el cuerpo) sea de al menos 60 cm.
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